El club se inició con un predio cuya extensión era de un poco más de 3 hectáreas, que estaban dentro de las 20 reservadas a los primeros 9 hoyos del campo de golf. Hoy, el Yacht y Golf Club Paraguayo cuenta con una extensión de 54 hectáreas, en las que distribuyen sus elegantes instalaciones.

Se contrató a un grupo de profesionales y empresas especializadas en diferentes áreas de la construcción, considerados entonces como los de mayor nombre y prestigio en el país. Cada uno en lo suyo, y todos en el objetivo de concluir unas instalaciones que sean de asombro. Efectivamente lo fue, y lo es hasta hoy.

La primera casa club constaba con la secretaría y sala del Consejo, el Bar Social (hoy Salón Luis María Zubizarreta), el Restaurant Concorde, todos en el nivel superior con la gran terraza con vista al río, sitio de las grandes primeras fiestas. Sobresalía la gran piscina suspendida sobre pilares de 11 metros de altura como un gran tanque elevado. El área que hoy ocupa el Tatakuá era mucho más pequeño y estaba destinado al personal de servicio. El Primavera Snack Bar también forma parte de las facilidades construidas en aquellos días, con la denominación de Bar Golfista, y funcionaba como un expendio de comidas rápidas.

Los primeros 9 hoyos del campo de golf tienen como elementos dominantes a la lomada que sube hasta el Green del hoyo 3, y la frondosa arboleda en la que predominaban los mangos y pinos. Esa hermosa lomada era predominantemente arenosa, una característica no de lo más deseada para asentar un campo de golf, pero tan bello era el panorama, que se tuyo que buscar la forma de adecuarlo. Así tenemos los hoyos del 1 al 9. Bellos y desafiantes.

Pero más tenacidad se tuvo que tener para los hoyos de abajo, en primer lugar porque el área era río mismo. En dos intentos se completó el relleno con miles de metros cúbicos de arena y tierra, para disfrutar de los hoyos 10 al 18, dominados con fuerza por las aguas del río Paraguay, y que hacen tan particular al campo de golf del Yacht y Golf Club Paraguayo, ya que en realidad son dos canchas bien diferentes, unidas en una sola.

Así se acercaba al día de la inauguración, con un campo de golf de 18 hoyos, diseñado por el argentino Don Emilio Serra, un hombre que en el mundo del golf sudamericano contaba con la reputación de ser el más talentoso diseñador de canchas. Atraían también las 6 canchas de tenis de superficie dura, antes desconocidas en el país.

El Yacht y Golf Club Paraguayo estaba listo, corrían los primeros meses de 1981, había que inaugurarlo y disfrutarlo.